viernes, agosto 19, 2011

El pecho se aprenta cuando...

Pocas veces he leído algo que me provoca que el pecho se me aprete, que hace que se me acelere el corazón y que tenga unas ganas de llorar y gritarle al mundo todo lo que pienso y siento, pocas veces me ha pasado... pero ayer me pasó. Leer eso, que provoco que mi buen estado de ánimo desapareciera, que las lágrimas salieran inmediatamente y que me volviera a sentir como una tonta, una ingenua que no ve mas allá. Tenía la certeza que la historia era como yo creía y que claro... ¡habían problemas! pero esos los solucionaríamos. Pensaba en cómo hacerlo y tenía varias ideas planificadas... pero leer eso! Hizo que todas esas ideas se derrumbaran.
Me sentí una vez mas pasada a llevar, una vez mas engañada y creo que es algo así de radical. Creo que esas cosas pueden suceder en etapas del ciclo vital en el que éstas descubriendo un mundo, pero no lo entiendo cuando se trata de poner en juego una proyección que va más allá de una simple relación, cuando hay sueños, ideales, proyecciones y más.
Eso sí que no lo entiendo, ahora solo queda estar en el lugar donde me encuentro... escribiendo para descargar un poco la angustia y volver a creer, volver a proyectar y volver a no poner altas expectativas en el otro, era algo que olvide y de golpe tuve que recordar.